Para dar un buen discurso debemos plantearnos incialmente una serie de cuestiones:
a) ¿Cuál es el tema?,b) ¿Cuál es la finalidad ?c) ¿A quién va dirigido?,d) ¿Qué tiempo durará? y
e) ¿Con qué recursos cuento?
Una vez resueltas dichas cuestiones comenzaremos con la elaboración del discurso en sí, que dividiremos en 3 partes:
APERTURA: Diles lo que vas a contar
CUERPO: Cuéntaselo
CONCLUSIÓN: Diles lo que les has contado
Apertura: incluiremos una pequeña presentación personal si fuera necesario, intentaremos captar la atención del oyente, comentar los puntos principales a tratar y los objetivos, explicar las reglas “del juego” y métodos a seguir.
Cuerpo: en el que tenemos que tener muy en cuenta que lo importante es la correcta exposición para ello el discurso debe ser fácil, claro y conciso. Procurando que sean frases cortas, evitando juramentos y palabras obscenas e intentando que brillen por su ausencia, las frases hechas o los tópicos.
Conclusión: aquí haremos un pequeño resumen de 1 o 2 frases que incluyan el contenido total del discurso, hacer alguna propuesta, aclarar dudas y unas cálidas palabras de agradecimiento.
Esto en cuanto a la teoría de la elaboración propiamente dicha del discurso, otro factor muy importante a la hora de realizar un buen discurso es sin duda : La expresión corporal.
Según los expertos el cuerpo expresa un 70% de la información, (con los gestos se transmite un 50%, un 20% con la voz,) y tan sólo un 10% con las palabras. Así que habrá que tener muy en cuenta lo siguiente:
* El contacto visual con la audiencia (nada de vergüenza ) para crear relación con ellos.
* Nunca bajar la mirada, ni elevarla al techo; la expresión facial, evitando el exceso de gestos.
* Algo muy muy importante para todo gran orador… Sonreir… para transmitir tranquilidad y seguridad a nuestros oyentes. Una sonrisa es siempre bien recibida!!y puede transmitir muchas cosas en distintos momentos.
Y para terminar, unos pequeños consejos para evitar los nervios:
Preparar bien el tema, adquiriendo así una mayor confianza y evitaremos los momentos de ansiedad.
Respirar profundamente antes de comenzar con nuestro discurso.
Adoptar una posición en la que nos sintamos agusto, de pie o sentado.
Llevar un vestuario adecuado y presentable exceptuando si se trata de un tema de una especialidad se debe llevar un vestuario de acuerdo al tema.
martes, 10 de noviembre de 2009
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